Ricardo Velásquez Ramírez (Perú)
Universidad Inca Garcilaso de la Vega
Universidad Tecnológica del Perú
Ceddal
Sumario:
Presentación. I. El Estado constitucional y democrático de derecho. II. Aproximación a una definición de Derecho Procesal Constitucional. III. Los denominados principios procesales. IV. Los denominados derechos procesales constitucionales. V. El control constitucional y control de constitucionalidad. VI. La magistratura constitucional. VII. La interpretación constitucional. VIII. El proceso constitucional. IX. La jurisdicción supranacional de los derechos humanos. X. El Código Procesal Constitucional. XI. A modo de conclusión.
Presentación
En el marco de esta IX Convención Latinoamericana de Derecho, que se realiza en la hermosa y moderna ciudad de Curitiba – Brasil, lo menos que puedo hacer es saludar la vigencia de este espacio académico que convoca a juristas, profesores y estudiantes de derecho de Latinoamérica; pues todos debemos sentirnos orgullosos de seguir manteniendo a las Convenciones como la más importante de la región, por los temas relevantes que aborda, por la capacidad de convocatoria y por su espíritu integracionista.
En esta oportunidad, teniendo en consideración la agenda de la Convención, desarrollaré un tema que reviste importancia por el momento crucial que atraviesan los países de Latinoamérica y el Caribe. En apariencia contiene dos temas que no se relacionan, sin embargo, es todo lo contrario. El Estado Constitucional y el Derecho Procesal Constitucional, son parte de una misma realidad. El primero, visto como un sistema político y un modelo de Estado, que a pesar de tener su origen en el Estado de Derecho, tiene sus propias reglas y principios, por lo mismo es un sistema que es necesario estudiarlo y difundirlo. El segundo, como un mecanismo e instrumento para hacer posible los objetivos del primero, como tal, debemos sumarnos a su desarrollo y difusión.
El momento que vive América Latina, requiere de respuestas, sin apartarnos del derecho y de su contenido, como son la libertad y la justicia; pues ambos son legados históricos de generaciones pasadas, que hoy debemos reafirmar. De ahí, lo relevante del Estado Constitucional y del propio Derecho Procesal Constitucional, que se constituyen en mecanismos para poner freno a cualquier desliz que cuestione la dignidad de la persona humana.
I. El Estado constitucional y democrático de derecho
Sin duda, el esfuerzo por construir sociedades de derecho a diferencia de las sociedades puramente políticas, tiene que ver con la aparición del Estado moderno, que en su forma primigenia se da en la fórmula del Estado de derecho, que no es sino el posicionamiento de una forma de pensar y organizar la sociedad, tanto política como jurídicamente, en el entendido que esa unidad política, característica de toda sociedad estatal, no se basa exclusivamente en el poder político de quienes gobiernan, sino en la creencia que el poder reside en el derecho natural que poseen los individuos, situación que es inherente a su condición de ser humano.
Está demostrado, no sólo antropológica e históricamente, que el poder político -es decir el poder estatal- al estar concentrado en una persona o en un grupo de personas.